Los psicrófilos son una clase de microorganismos extremófilos que tiene la capacidad de vivir en condiciones de bajas temperaturas. Comúnmente, se encuentran en las regiones polares, en las profundidades de los océanos, en las montañas, en glaciares y en reservas de agua dulce y salada. Estos ecosistemas en su conjunto constituyen tres cuartas partes de la biosfera del planeta.
Los psicrófilos se han convertido en un importante recurso para la prospección biológica, debido a sus adaptaciones únicas al frío. Los psicrófilos tienen éxito en sobrevivir en estas condiciones gracias a la optimización de diversos procesos celulares básicos. Una de estas adaptaciones es la producción de enzimas con una alta actividad específica a bajas temperaturas.
Las aplicación de enzimas provenientes de psicrófilos, se encuentra ampliamente extendida en la industria y abarca rubros tan diversos como: la industria textil, alimentaria, láctea, cervecera, del vino y lavandería. Lipasas, proteasas, celulasas y amilasas provenientes de microorganismos psicrófilos son empleadas como agente activo en los detergentes para lavado en frio. Esto reduce el consumo de energía y evita el desgaste de las fibras textiles. Otra aplicación de estas enzimas, se encuentra en el depilado industrial de pieles y cueros donde se emplea una proteasa denominada keratinasa, la cual permite un ahorro de energía térmica y reducir los efectos indeseables de los productos químicos. Otras aplicaciones potenciales de las enzimas provenientes de psicrófilos, se encuentran en procesos tales como la hidrólisis de la lactosa en la leche utilizando galactosidasa, en el biopulido de productos textiles usando celulasas, en extracción y clarificación de jugos de frutas usando pectinasas, en el ablandamiento de la carne o la mejora de su sabor mediante el uso proteasas, en el mejoramiento de las cualidades organolépticas de productos de panadería empleando amilasas, proteasas y xilanasas, en el ablandamiento de lana o en la limpieza de lentes de contacto empleando proteasas.
En general, el uso de enzimas psicrófilos se perfila como una alternativa interesante cuando el empleo de temperaturas moderadas o altas puede afectar negativamente la calidad del producto. Además, estas enzimas permiten un ahorro importante de energía térmica y como el resto de las enzimas, son ecológicamente más favorables que otras formas de producción. Sin embargo, poseen la desventaja de ser muy termolábiles. No obstante, este último aspecto puede ser mejorado a través de técnicas de inmovilización enzimática las cuales además, permiten el reuso del catalizador.